Cuando Paul Stanley, cofundador de la icónica banda KISS, recibió un regalo de cumpleaños inesperado, su vida cambió para siempre. Este momento crucial lo llevó a convertirse en una leyenda del rock.
Paul Stanley tuvo un inicio humilde pero siempre soñó en grande
Nacido en Nueva York, Paul Stanley pasó casi toda su vida sintiendo una inmensa pasión por la música, es lo que cuenta el músico en una reciente entrevista con Mark Agnesi en The Collection. El legendario vocalista de KISS también recordó con mucha emoción que a los 13 años, su vida dio un giro inesperado.
En su cumpleaños, esperaba recibir una guitarra eléctrica, pero encontró una sorpresa diferente. «Miré debajo de mi cama y encontré una caja grande», recordó Stanley. «Cuando la abrí, era una guitarra de cuerdas de nailon usada. Me sentí destrozado porque no se puede tocar rock and roll con eso».
A pesar de su desilusión inicial, Stanley decidió darle una oportunidad a la guitarra. «Tomé algunas clases y, aunque quería ir más rápido, seguí practicando con ella». Esta determinación marcó el comienzo de su viaje musical.
Stanley no solo aprendió a tocar la guitarra inspirado por el músico estadounidense Eddie Cochran, sino que también cofundó KISS, una de las bandas de rock más exitosas de todos los tiempos.
Con más de 100 millones de álbumes vendidos y un lugar en el Salón de la Fama del Rock and Roll, KISS dejó una huella que será eterna en la música.
La historia de Paul Stanley y su primer regalo de cumpleaños nos recuerda que, a veces, las decepciones pueden ser el comienzo de algo grandioso. Su perseverancia y amor por la música lo llevaron a alcanzar niveles de estrellato que nunca imaginó.
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