Pionyang aprobó una ley especial que busca prohibir los libros, las películas y la música “que provengan del exterior”.
El líder de Corea del Norte dijo que todos esos géneros musicales “corrompen los atuendos, peinados, discursos y comportamientos de los niños, adolescentes y jóvenes”. Kim Jong-un aseguró que su régimen lucha constantemente contra la influencia de culturas extranjeras.
La legislación prevé penas de entre 5 y 15 años para la posesión de este tipo de “propaganda” extranjera, mientras que aquellos involucrados en su distribución pueden ser sentenciados a cadena perpetua o incluso la muerte.
Según Daily NK, en 2021, tres adolescentes de 14 años recibieron una sentencia que los obliga a “ser reeducados por su comportamiento antisocialista”, según este medio, los estudiantes se cortaron y se tiñeron el pelo como las estrellas musicales del género k-pop.