Esta actividad tiene efectos de bienestar personal más potentes que el yoga, calma la ansiedad y alarga la vida.
Para muchos ir a un concierto de rock es una de las sensaciones más lindas. Disfrutar de la música en vivo y compartir ese buen momento, con amigos o con la familia, es una práctica confortable que nos aleja del estrés, es un verdadero escape de la cotidianidad.
El experto en ciencia del comportamiento, Patrick Fagan, conferencista de la Goldsmiths Universidad de Londres, realizó una investigación que vincula directamente los altos niveles de bienestar con la longevidad de las personas. Según los estudios de Fagan, ir a un concierto cada dos semanas puede aumentar hasta 9 años la esperanza de vida, debido a las sensaciones que genera la experiencia colectiva y artística.
Por ejemplo, ir a un concierto de rock aumenta la sensación de bienestar un 21% mientras que el yoga provoca una subida del 10% y pasear al perro un 7%. Para llegar a estas conclusiones se realizaron pruebas psicométricas y de frecuencia cardíaca mientras los voluntarios realizaban diversas actividades. Al ver y escuchar música en vivo, la autoestima y la estimulación mental mejoraron notablemente. Más datos sobre esta investigación en este enlace.
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