Renace el debate que hace foco en uno de los himnos de la banda mexicana. Sus seguidores responden en defensa.
Este tema viene arrastrando varios años de disputa sobre si es necesario o no eliminar la canción «Put*» incluido en el álbum más exitoso de Molotov titulado ¿Dónde jugarán las niñas?, publicado el 11 de marzo de 1997.
En 2013, por ejemplo, la organización estadounidense GLAAD anunciaba que se sumaba al llamado de varios activistas de la comunidad LGBT+ para que Molotov se pronuncie en contra de la violencia anti-LGBT y elimine la canción denunciada del setlist en todos sus conciertos.
Las dos campanas: Molotov – Comunidad LGBT+
La polémica vuelve a la primera plana de los medios internacionales varios años después porque un activista de la comunidad LGBT+, precisamente Christian Chávez, actor y músico, reconocido por haber sido protagonista de la novela Rebelde y miembro del grupo musical RBD, se pronunció en su cuenta oficial de Twitter manifestándose en contra de «Put*».
Cabe señalar que estas últimas declaraciones generaron opiniones a favor y en contra, dejando abierto el debate en la opinión pública.
Cuando entra en juego toda esa crítica ridícula ya no hay guiones, no hay historias, no hay fábulas. Todo se va a la mierda y no hay nada que se pueda hacer o decir que escape a esos juicios estrechos.
Tito Fuentes (Molotov) en un recital en Madrid – larazon.es
Por su parte, Randy Ebraight (Molotov) agregó que «es la nueva tendencia de gente que quiere aparentar ser monje. Muy pinches moralistas pero luego bailan reguetón con letras muchísimo más explícitas». (Fuente: larazon.es)
Desde este espacio hacemos lugar a la libertad de expresión y cumplimos con el rol periodístico teniendo en cuenta los dichos de ambas campanas.
Esta polémica que se hizo viral en redes también desató la furia de los seguidores de Molotov difundiendo como respuesta que el tema «Put*» va dedicado a la clase política y que se saca de contexto para promover una injusticia que «carece de fundamentos claros».
Es por eso que los fans creen que es el momento de viralizar el videoclip como herramienta democrática de defensa ante estas acusaciones que bajan desde los sectores más radicales de la comunidad LGBT+.
